De vergüenza
Por una parte hemos tenido la lamentable manifestación contra los homosexuales del sábado en Madrid. Entre varias asociaciones conocidas que apoyaron la convocatoria podemos citar grupos tan progresistas como la Iglesia Católica, el Partido Popular, o la Falange Española (o sea, que al menos el dato nos sirve para confirmar que la reforma planteada en el Parlamento va en el camino correcto). Es curioso que con la de 'joyas' escuchadas en la última semana contra los gays los convocantes no se guardaran alguna perla final para el redoble final...
En el blog de Naeros hay un amplio debate sobre el tema; y Daven, por su parte, propone en el suyo echar un vistazo a unos interesantes cómics de Erika Moen (muchos de los cuales hablan sobre sus sentimientos como joven lesbiana - aunque ella prefiere definirse como "people-lover").
Yo por mi parte me limitaré a recuperar esta columna de opinión que escribí hace mes y pico para clase, a raíz de unos comentarios sobre el tema del matrimonio gay vertidos por Fraga, al que con suerte en breve veremos abandonar la Xunta (si es que el voto emigrante no le da su 5ª y ¿definitiva? legislatura). Es un texto bastante moderado, pero es que el ámbito de opinión de la Uni no daba para más... :$
Por otra parte, otros que ni respetan ni toleran a los demás, los asesinos de ETA, han anunciado que dejarán de matar a cargos electos. ¿Cómo se puede comunicar eso? Decir que ahora no matan a ciertas personas, pero se reservan el derecho de elegir víctimas entre el resto de la población es insultante e intolerable. Y sí, sé que la comparativa del principio del párrafo podría resultar ofensiva, pero de todas formas la Iglesia quemaba homosexuales no hace mucho, así que tampoco hay tanta diferencia.
La otra cara penosa del fin de semana está en lo deportivo: el Gran Premio de F1 de Indianápolis, que ya marca un antes y un después en ese deporte. La negativa de la FIA para dar solución a un grave problema de seguridad originado por los neumáticos Michelin ha originado una "carrera" con tan sólo seis coches, ante el desplante más que justificado de las siete escuderías no abanderadas por Bridgestone.
Aunque los equipos Michelin han emitido un comunicado pidiendo disculpas por lo sucedido, es la FIA y Bernie Ecclestone los que deben pedir perdón por haber creado esta situación cuando sólo se pedía instalar una chicane en la curva peligrosa, que hubiera permitido el espectáculo de la F1. No se puede pretender disputar una carrera a toda costa poniendo en peligro la vida de 14 pilotos, y no ceder a las exigencias de seguridad ni aunque los afectados hayan ofrecido de antemano dar sus puntos a los equipos Bridgestone.
En definitiva, aunque con diferentes contextos, nos hallamos ante diversos casos en los que la inflexibilidad frente a la lógica y la razón provoca situaciones bochornosas.
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