Transamérica

Oculta entre los importantes estrenos de febrero ha llegado a la cartelera Transamérica, una comedia americana independiente que es candidata al Oscar a la mejor actriz (Felicity Huffman, una de las cuatro Mujeres desesperadas).

El filme cuenta con un argumento un poco Almodovariano: una semana antes de su operación de cambio de sexo, Bree Osbourne descubre que hace 17 años tuvo un hijo, Toby, con la única mujer con la que se acostó ("Fue algo tan lésbico que pensé que no contaba" comenta Bree a su psiquiatra). Ante semejante papeleta, no le queda más remedio que viajar de Los Ángeles a Nueva York para sacar al chaval del internado en el que ha sido ingresado tras morir su madre.

Desde este instante inicial la película se convierte en una road movie, que claramente podría definirse como la mezcla perfecta entre la reciente Flores Rotas (Bill Murray descubre que hace años tuvo un hijo con alguna de las muchas mujeres con las que ha tenido relaciones en su vida) y la hilarante Priscilla, Reina del desierto.

En un viaje en coche de vuelta a Los Ángeles que les lleva a atravesar la América profunda, Bree y Toby comienzan a conocerse en un juego de mentiras y secretos que esconder. Las situaciones planteadas no tratan de mostrar la cerrazón de mente de los americanos, como pasaba en Brokeback Mountain, sino más bien lo contrario: reflejar una relación en la que los protagonistas no se juzgan. Todo ello sazonado con buenas dosis de comedia, sin caer en lo zafio.

En plena marea de biopics (Buenas noches y buena suerte, Capote, En la cuerda floja, El nuevo mundo, Munich, Sophie Scholl) Transamérica es una película altamente recomendable para pasar un rato más que divertido en el cine con una historia anónima.