.: bitácora de xmooth

31 mayo 2005

"Hello stranger..."

Al fin se ha puesto a la venta en DVD (a un precio de unos 18 euros) una de las mejores películas estrenadas en España a comienzos de 2005 (soy consciente de que hubo muchas pelis buenas entonces :D): Closer. Mereció haberse llevado los Oscars a los mejores secundarios por las fabulosas interpretaciones de Natalie Portman y Clive Owen, pero estos tuvieron que conformarse con los Globos de Oro.

Os dejo una crítica que escribí a finales de enero, cuando acudí por segunda vez al cine para disfrutar de Closer:

El veterano Mike Nichols, uno de los directores que mejor sabe tratar los conflictos sentimentales de las relaciones amorosas, regresa al cine tras unos años de dedicación a la pequeña pantalla, con un nuevo melodrama protagonizado por algunos de los más convincentes actores del momento.

Ya desde su debut en 1966 con la imprescindible ¿Quién teme a Virginia Woolf? Nichols fue marcando esas líneas que huyen de las directrices hollywoodienses de relaciones sencillas, y flechazos que fraguan parejas felices. Con el amor se sufre; y también se puede hacer mucho daño. Fue ya con aquél primer filme cuando demostró su valía en este terreno, al enfrentar a dos grandes como Elizabeth Taylor y Richard Burton en una angustiosa autodestrucción conyugal que no parecía tener límites.

En esta ocasión Nichols se vale de la exitosa obra teatral de Patrick Marber (que también firma el guión) para tratar de forma directa y sin tapujos el doloroso cruce de parejas que se produce entre cuatro personajes totalmente diferentes. Todo comienza cuando un escritor frustrado que redacta necrológicas (Jude Law), y que vive con una encantadora bailarina de striptease (Natalie Portman), no puede evitar la tentación de enamorarse de una fotógrafa (Julia Roberts) emparejada con un dermatólogo (Clive Owen).

Todos ellos logran unas notables actuaciones; pero es Clive Owen, que curiosamente había desempeñado el papel que ahora tiene Law cuando la obra se escenificó en Broadway, el que sobresale con una fantástica interpretación, sacándole todo el jugo a un gran personaje. Por la parte femenina destaca Natalie Portman, que vuelve a demostrar que sabe elegir buenos proyectos y borda también un fantástico papel lleno de matices.

La película está llena de diálogos brillantes, en los que la sinceridad es un arma arrojadiza, y cuenta con gran cantidad de detalles interpretativos que la dotan de realismo (como cuando, en los primeros minutos, Portman limpia las gafas de Law mientras dialogan); pero también juega con situaciones sorprendentes, y arriesgadas para el desarrollo del filme, que requieren la complicidad del espectador para funcionar.

El filme hace gala de unas inteligentes elipsis temporales que, aunque al principio pueden desconcertar a ciertos espectadores, imprimen un buen ritmo para el avance de la trama; con ello Nichols hace de paso hincapié en la perdurabilidad de ciertos sentimientos: no sólo el amor, sino también la venganza y hasta el odio.

No puede pasarse por alto la cuidada fotografía, con atractivos juegos de sombras y contrastes escénicos, que pone la guinda a uno de los más interesantes y realistas filmes de los últimos meses.



Por cierto, como curiosidad, el fabuloso tema Caramel que interpreta Suzanne Vega en el trailer no apareció finalmente en la película. En el filme destaca la canción inicial y final: The blowers daughter, de Damien Rice.

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