(A veces) triunfa el buen cine

Yo esto de los premios de cine, excepto en casos particulares como los de Cannes o Berlín, por lo general no me lo tomo muy en serio: no dejan de ser un montaje para premiar películas ya consolidadas o impulsarlas a festivales más importantes (léase Oscar). Por eso, que de vez en cuando se imponga un poco de buena crítica y cordura en este tipo de certámenes, como pasó anoche en la gala de los Goya, no deja de ser elogiable.

'La soledad' da la sorpresa y se lleva mejor película y mejor director

Ni El orfanato, ni Las trece rosas ni siquiera Siete mesas de billar francés. Al final hubo sorpresa en la noche de los Goya y La soledad fue elegida como mejor película. Jaime Rosales también se llevó el premio como mejor director por su segunda película, que cuenta la historia de cinco mujeres que se enfrentan y luchan con la vida.

La verdad es que 2007 fue un año muy pobre en cuanto a cine se refiere. Aunque bajó mucho mi nivel de asistencia a las salas, de todo lo que vi sólo destacaría unas pocas: Cartas desde Iwo Jima, La Vida de los Otros, Twelve And Holding, Red Road y La Soledad. Hubo alguna otra película interesante, pero ni siquiera Ratatouille superó a las grandes de Pixar.

Así pues, me alegra enormemente que una película tan intimista como La Soledad haya sido reconocida como lo mejor que ha dado el cine español este año. El Orfanato era muy correcta, desde su guión a sus interpretaciones y fotografía, pero realmente no aportaba nada nuevo al género. Por su parte, aunque me quedé con las ganas de ver Las trece rosas, creo yo que por muy llena de historias que esté la Guerra Civil Española, ya va siendo hora de que salgamos de un periodo tan tremendamente trillado a nivel cinematográfico.


Con La Soledad han triunfado las historias menores, esas que casi nadie cuenta, pero que a todos nos importan o nos dicen algo. No me extenderé mucho más sobre ella, porque ya en su día le dediqué una crítica bastante extensa.

Sin embargo, nuevamente esto plantea curiosas paradojas sobre la función de los festivales y las películas que mandamos a buscar la estatuilla dorada. Si la Academia de Cine considera que La Soledad no sólo es la mejor película, sino que también tiene el mejor director, ¿por qué ni siquiera estaba en la terna propuesta para los Oscar? Es más, en aquel momento, era la única que ya se había estrenado (en cuatro salas mal contadas, por cierto). Apuesto a que si El Orfanato hubiera sido una de las cinco elegidas para estar en el Kodak Theatre, hoy en vez de 7 Goyas, no tendría menos de 15...

Así que nada, lo mismo que hoy elogio el buen criterio general del jurado premiando el cine de verdad, el año que viene seguro que vuelvo a ponerlos a parir. Total, quejarse siempre es más fácil, ¿no?